Inteligencia Artificial, de la tecnología a la transformación

La IA, una fuerza disruptiva madura y lista para redefinir industrias y plantear nuevas oportunidades para la sociedad.

Dónde estamos y hacia dónde vamos en el contexto de la Inteligencia Artificial (IA) es una fuente sin fin de artículos y opiniones donde distintos autores, algunos de ellos llamados a tener un papel relevante en este nuevo escenario, toman posiciones y nos hacen llegar sus impresiones al respecto.

En los últimos años, la Inteligencia Artificial ha dejado de ser una promesa futurista para convertirse en una realidad tangible, que está transformando la forma en que vivimos y trabajamos. Sin embargo, la percepción de la IA ha evolucionado más allá de la simple creación de modelos cada vez más sofisticados. 

Los expertos nos invitan a repensar el papel de la IA, no solo como una tecnología en sí misma, sino como una herramienta para impulsar la creatividad, resolver problemas globales y redefinir industrias.

Más allá de los modelos

Una visión original y práctica es la que nos ofrecía hace no mucho Cristóbal Valenzuela, CEO de Runway, que argumentaba en un hilo en la red social X que «la era de las empresas de IA ha terminado», ya que la IA se está convirtiendo en una infraestructura fundamental, similar a la electricidad o Internet. 

En lugar de enfocarse en la IA como un fin en sí mismo, Valenzuela posiciona su compañía, Runway, no cómo una empresa de IA, sino como una empresa de medios y entretenimiento que utiliza la IA como herramienta para crear nuevas formas de expresión artística y contar historias. 

Valenzuela compara la IA con la invención de la cámara, la cual revolucionó la forma en que capturamos la realidad y dio lugar a nuevas industrias y formas de arte. La IA, según él, está transformando la creación de contenido de manera similar, permitiendo experiencias más interactivas, generativas y personalizadas, donde la distinción entre creación y consumo se desdibuja. El futuro ya no reside en construir mejores modelos de IA, que se están convirtiendo a su parecer en una commodity, sino en aprovecharla como infraestructura para crear nuevos tipos de medios, experiencias y formas de contar historias.

Esta visión se alinea con la evolución del enfoque estratégico en IA. El énfasis para él ya no está en la construcción de mejores modelos, sino en cómo aplicar la IA para resolver problemas específicos de las empresas y crear valor comercial real.

La visión optimista de Amodei

Otro punto de vista reciente viene dado por la visión optimista de Dario Amodei sobre el impacto de la IA. En su ensayo Machines of Loving Grace, el CEO de Anthropic, lejos de la visión catastrofista que a menudo presentan los medios, defiende un futuro en el que la IA se convierta en una herramienta fundamental para mejorar la vida de las personas y la sociedad en general.

Presenta una visión optimista de la IA, argumentando que esta tecnología tiene el potencial de resolver algunos de los problemas más acuciantes de la humanidad, como la enfermedad, la pobreza y el cambio climático. En su ensayo imagina un mundo donde la IA nos asista en tareas complejas, nos permita explorar nuevos conocimientos y nos ayude a vivir vidas más significativas.

Sin embargo, no ignora los riesgos asociados con el desarrollo de la IA. Reconoce la importancia de abordar estos desafíos de manera proactiva y desarrollar sistemas de IA seguros y alineados con los valores humanos. Para ello, propone una serie de medidas, como la inversión en investigación básica, la creación de estándares éticos y la promoción de la colaboración internacional.

Uno de los aspectos más destacados del ensayo es el énfasis que pone Amodei en la importancia de la planificación a largo plazo. Argumenta que debemos adoptar una visión estratégica para garantizar que la IA se desarrolle de manera beneficiosa para todos. Esto implica no sólo abordar los desafíos técnicos, sino también los desafíos sociales y éticos que plantea esta tecnología.

Cabe destacar que Dario Amodei enfoca parte de su discurso vaticinando que en un futuro próximo existirá una «IA General» o más concretamente una «IA poderosa», ya que pretende alejarse de ese primer término, que superará en gran medida las capacidades humanas en la mayoría de los ámbitos intelectuales.

Combinando «inteligencias»

Hay otros autores que no van tan lejos, y plantean su posición desde la perspectiva de una Inteligencia Artificial menos poderosa pero igualmente transformadora.

En su artículo The AI Revolution: How Predictive, Prescriptive, And Generative AI Are Reshaping Our World, el autor Bernard Marr explora el impacto de tres tipos de Inteligencia Artificial: predictiva, prescriptiva y generativa. 

Marr argumenta que estas tecnologías, lejos de ser simples términos de moda, son las fuerzas impulsoras detrás de las innovaciones más relevantes en diversos campos, incluyendo los negocios, la salud y las industrias creativas.

Marr describe la IA predictiva como una «bola de cristal» que utiliza datos históricos y algoritmos de aprendizaje automático para predecir eventos futuros con una precisión notable. Al igual que se usa en meteorología para predecir patrones climáticos a través de modelos, esta tecnología tiene aplicaciones en el mundo empresarial.

Las empresas minoristas ya utilizan esta tecnología para anticipar tendencias de consumo y optimizar sus inventarios, y las instituciones financieras la emplean para detectar transacciones fraudulentas. En el ámbito de la salud, la IA predictiva ya se utiliza, por ejemplo, para identificar pacientes en riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, lo que permite una intervención temprana y una mejor atención médica. 

La IA prescriptiva va un paso más allá al recomendar acciones específicas para lograr resultados concretos. Actúa como un «asesor personal» analizando múltiples variables y posibles resultados, sopesando los pros y los contras, y calculando riesgos para sugerir la mejor acción a tomar. 

En logística, por ejemplo, la IA prescriptiva optimiza las rutas de los camiones de reparto teniendo en cuenta patrones de tráfico, condiciones climáticas y horarios de entrega para ahorrar tiempo y combustible. En el cuidado de la salud, puede recomendar planes de tratamiento personalizados basados en la composición genética, el estilo de vida y el historial médico del paciente.

La IA generativa, por otro lado, se centra en la creación de contenido, desde texto e imágenes hasta música e incluso código. En la industria de la moda, por ejemplo, se utiliza para diseñar prendas únicas y personalizadas, en la del entretenimiento se usa para simplificar la creación de series y películas, en sustitución de técnicas tradicionales de efectos especiales, mientras que en el ámbito de la arquitectura, facilita la creación de modelos 3D detallados a partir de descripciones textuales. En el marketing, la IA generativa permite desarrollar campañas publicitarias altamente personalizadas, adaptándose a las preferencias de cada consumidor. Incluso en el sector de la salud, esta tecnología se emplea para acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos y diseñar tratamientos más efectivos.

Marr argumenta que el verdadero potencial de la IA reside en su capacidad para trabajar en conjunto estas tres tecnologías, dando lugar a un nuevo concepto conocido como IA híbrida. 

De la promesa a la realidad en la empresa

En resumen, la Inteligencia Artificial se encuentra en un punto de inflexión. Hemos pasado de una era centrada en la investigación y desarrollo a una en la que esa tecnología se debe integrar en nuestra vida para crear valor real.

A medida que avanzamos hacia un futuro cada vez más impulsado por la IA, es fundamental adoptar una perspectiva holística que abarque tanto las oportunidades como los desafíos que esta tecnología plantea, no sólo desde el punto de vista técnico, sino también desde el económico y empresarial, abrazando el futuro con ética y responsabilidad para que realmente suponga un avance para la sociedad en su conjunto.