IA Útil por Todas Partes
4 de diciembre de 2023
Hace un par de décadas, cuando las empresas de retail comenzaban a incorporar el canal del comercio electrónico, empezaron adaptando sus sistemas con una aproximación muy simplista y cortoplacista para poder reaccionar rápido e incorporar esta nueva capacidad... Si tenían N tiendas físicas, creaban en sus ERPs, la tienda N+1... la "tienda internet". Se reservaba o bloqueaba un stock determinado de cada producto para esa tienda virtual (y en el caso de que no existieran almacenes centrales se añadía luego un sistema pedestre/ortopédico para indicar en qué tienda física, dónde estaba realmente ese stock)... y así con todos los sistemas (logística, atención al cliente, cuadre de los pagos...).
Evidentemente hoy todas las empresas, han incorporado el nuevo canal ecommerce en el core de sus modelos de negocios, y con mayor o menor sofisticación todo el mundo piensa en la omnicanalidad donde el canal de tienda física y el canal online colaboran y se complementan en todos los formatos (te inicias inspirando en un sitio, testeas en otro, compras en otro, recibes en otro, devuelves en otro... con todas las variantes posibles).
En la introducción de los agentes de IA en las empresas, pienso que estamos ahora en una situación parecida a ese inicio del ecommerce donde se añadía esa nueva capacidad como algo "postizo" al modelo de trabajo ya existente. Se piensa habitualmente en proyectos donde, en la habitación de al lado, un equipo de ingenieros, científicos de datos y nuevos especialistas recién llegados, se dedican a recopilar datos, entrenar modelos, sacar clasificaciones o proyecciones o contenidos sintéticos... y vuelvan de ese cuarto oscuro con algo (unos dashboards, unos reports, unas excels) que puedan resultar útiles para el resto de trabajadores que siguen con sus procesos de siempre.
O también sucede que, de manera no planificada, cada trabajador se ha hecho oficiosamente con herramientas de IA que potencian, en secreto, su trabajo de siempre... ahora esa persona que guarda celosamente su nueva herramienta de ia generativa es capaz de aparentar una mayor productividad ante los demás porque hace más PPTs por minuto, escribe mails más largos en 5 idiomas, o satura las bandejas de entrada de sus compañeros con verborrea gpt-iana sobre cualquier tema de debate en los hilos de conversación del trabajo... En la mesa de al lado, otro compañero también pertrechado con herramientas de IA que hacen resúmenes de los mails largos para sacar los titulares, o que extrae los cuatro datos que necesita de las 20 páginas de PPT que ahora ocupa el daily report que le manda su compañero de siempre de al lado que no sabemos cómo saca tiempo para mandar tantos informes a todas horas.
¿Somos todos más productivos? En términos individuales es aparentemente más productiva cada persona. En términos empresariales probablemente estamos mejorando la productividad total de manera muy marginal o incluso podemos estar empeorándola con un postureo de productividad repartido en todos los puestos de la organización.
¿Dónde me imagino que estaremos en 5 o 10 años?... No habrá robots haciendo informes para que otros robots extraigan lo valioso de los informes. No será necesario tener miles de gráficos diseñados con esmero y preciosismo, primero para llamar la atención del ojo humano cuando algo extraño pasaba y para poder entender de manera relativa las magnitudes relevantes, y luego sofisticando la elaboración de la información para impresionarnos los unos a los otros sobre la profesionalidad de nuestro trabajo. La eficiencia no será tan relevante porque lo relevante no será producir un resultado como el de siempre con un proceso más rápido o más barato. La IA nos permitirá producir cosas diferentes. Nos permitirá aprovechar mejor el conjunto de activos de la empresa (sus personas, sus activos materiales, sus datos y los que les cedan sus clientes). La IA nos habrá ayudado a repensar todos nuestros procesos y estará escondida en cada parte del sistema.
Quizá sigamos usando el email como bus de comunicación común entre todas las personas y entre todas las máquinas/agentes inteligentes que estarán embebidos en todas partes, escuchando todas las interacciones, monitorizando constantemente todos los datos en los sistemas, muestreando, simulando..; generando no sólo datos o alertas sino generando hipótesis, escenarios, pruebas, modelos, elaborando a partir de hallazgos relevantes posibles estrategias, sugerencias, compatibles con las reglas, los objetivos y espero que los valores de la empresa; de una manera hiper específica e hiper oportuna, para entregársela a las personas o a otros agentes inteligentes que en cada momento los puedan revisar o aprovechar.
El primer paso para evolucionar hace esa inteligencia humana y artificial, distribuidas y colaborativas, alienadas con ciertos propósitos comunes... es dejar de pensar en hacer lo mismo de siempre más rápido y más barato. Ni siquiera será muy práctico pensar en cómo simplificar lo que ya tengamos porque las propias máquinas nos irán sugiriendo que no hace falta mantener ese sistema, refactorizar ese módulo de software, construir un proceso de validación para humanos, no hay que generar ese informe que ya no lee nadie, como no habrá que incluir pedales, intermitentes, o volante en los coches que ya mantienen la velocidad, ya giran donde toca y ya se avisan entre ellos al entrar y salir coordinadamente en una rotonda (esto lo tendrán que programar ingenieros españoles porque los de Tesla en USA no serán capaces).
Donde debemos poner la energía no es en el control de calidad, ni en el orden, ni en la eficiencia ni siquiera en la simplificación... Donde deberíamos centrarnos, si queremos tener una ventaja sobre otros, es en atrevernos a definir los problemas que merece la pena resolver, quizá en revisitar esos problemas que no supimos abordar hace años porque no sabíamos diseccionar, no sabíamos de dónde obtener la información, no sabíamos cómo programar, no sabíamos cómo poner de acuerdo a un montón de partes...
Nos adentramos en unos años emocionantes donde los que tenemos la suerte de tocar la tecnología un poco más y un poco antes que otros, tenemos la responsabilidad y la oportunidad impresionante de hacer cosas que merezcan la pena.