Tecnologías rompedoras hoy, que redibujarán el mapa de la innovación en 2025
10 de diciembre de 2024
Mientras 2024 sienta las bases, 2025 promete consolidar avances y ofrecer alguna que otra sorpresa
El cambio es la única constante, especialmente en el ámbito tecnológico.
El 2024 será recordado como un año de innovaciones disruptivas y adopciones masivas de tecnologías, que han reconfigurado sectores completos y alterado profundamente nuestra forma de vivir y trabajar. Este periodo ha marcado el auge de herramientas como la Inteligencia Artificial Generativa, un motor de cambio que no solo ha capturado la imaginación global -y los miedos-, sino que también ha impulsado avances tangibles en campos como la educación, la salud y el diseño.
A medida que nos acercamos al 2025, no solo reflexionamos sobre los logros, sino que miramos hacia adelante con curiosidad y entusiasmo. ¿Qué tecnologías continuarán dominando el panorama? ¿Cuáles emergen como potenciales disruptores? Para responder a estas preguntas, hemos consultado a algunos de nuestros expertos en SNGULAR, quienes nos han compartido sus valiosas perspectivas sobre las tendencias actuales y las innovaciones que darán que hablar en el futuro próximo, con un claro enfoque en cómo la innovación seguirá rompiendo barreras.
2024, un año de afirmación
La revolución de la inteligencia artificial generativa
No hace falta ser un gurú tecnológico para ver qué innovación ha sido la más laureada de 2024, basta simplemente con no haber desaparecido del mundo estos últimos doce meses. Según Fernando Conde, Director de Desarrollo de Negocio y Estrategia de IA, «este año ha marcado el inicio de un despertar por la Inteligencia Artificial, que ha capturado la atención de la sociedad generalista, convirtiéndose en una verdadera revolución tecnológica, hasta niveles casi de ciencia ficción».
Más allá de su impacto mediático, la IA también ha comenzado a transformar la productividad personal. «Este año hemos visto cómo esta tecnología, además de generar y sintetizar contenido, organiza tareas según los emails, resume conversaciones extensas sugiriendo respuestas, analiza documentos y crea listas de tareas desde reuniones. También conecta información entre herramientas corporativas, simplificando la gestión de datos y procesos», apunta Diego Martín, Microsoft Business Manager.
Sin embargo, el impacto de la IA no se limita a estos dos aspectos. Javier Martín, Director de GenAI, resalta que «2024 ha sido testigo igualmente de reconocimientos importantes en otras ramas de la IA, como el que tratan de representar los premios Nobel, donde dos de ellos han sido concedidos a profesionales que han realizado contribuciones significativas en este sector».
Ciberseguridad, un pilar cada vez más esencial de cara al futuro
La creciente dependencia de la tecnología también ha intensificado la necesidad de una ciberseguridad sólida. El año 2024 ha sido testigo de un número creciente de incidentes, con un coste para las organizaciones superior a los 10.000 millones de euros. Los informes también destacan un aumento en los ciberataques, especialmente contra infraestructuras críticas, lo que subraya la necesidad de una mayor inversión en seguridad
Un gran número de compañías están respondiendo con inversiones significativas en tecnologías de seguridad de vanguardia, protocolos más robustos y un enfoque renovado en la formación de los empleados para crear una cultura de seguridad sólida. Para Javier Martín, «cada vez está quedando más palpable los riesgos que enfrentamos y el papel tan importante que deben jugar las tecnologías, empresas y profesionales que trabajan en este sector».
Por otro lado, en palabras de Arturo Belda, Cybersecurity Consultant Principal, «la aprobación de la Directiva NIS2 (Network and Information Systems Directive) ha venido a reforzar significativamente la ciberseguridad a nivel europeo, estableciendo requisitos más estrictos para las organizaciones clave en sectores como la energía, el transporte, la salud y las infraestructuras digitales». Esta normativa amplía las obligaciones de seguridad, obliga a adoptar medidas proactivas para proteger sistemas y datos, facilita una mejor gestión de riesgos y promueve una colaboración más estrecha ante ciberincidentes.
El auge del desarrollo de software eficiente y sostenible
¿Sorprende a alguien que el desarrollo de software continúe siendo uno de los sectores de más rápido crecimiento? ¿Ha dejado alguna vez de serlo? A lo largo de 2024 se ha visto fuertemente impulsado por la creciente demanda de aplicaciones móviles, la integración de la inteligencia artificial y la adopción de tendencias cada vez más valoradas por consumidores y empresas, como la programación sostenible o el contract testing.
El green coding es la práctica de desarrollar aplicaciones de software con un impacto ambiental mínimo y bajo consumo energético, optimizando la eficiencia y reduciendo la energía consumida por servidores y centros de datos. Laura Ruiz, Strategy & Positive Impact Innovation Head, lo tiene claro, «este enfoque de diseñar software eficiente que minimice el consumo de recursos, está influyendo fuertemente en los equipos de desarrollo, quienes ahora deben considerar el impacto ambiental de su código junto con la funcionalidad y la experiencia del usuario. Ya no es una opción, es un must».
Por su lado, el contract testing se ha consolidado como una técnica fundamental en el desarrollo de software, especialmente en arquitecturas de microservicios y API, tan en alza hoy en día. «Esta metodología ofrece beneficios importantes como la detección temprana de problemas de integración, reducción de costes en pruebas, mejora de la escalabilidad y mayor autonomía para los equipos de desarrollo», comenta Francisco Moreno, Quality Engineer Director.
Su importancia radica en facilitar la comunicación entre diferentes componentes de software, permitiendo a los equipos construir sistemas más robustos, flexibles y confiables en entornos cada vez más complejos y distribuidos.
Sin embargo, la escasez de profesionales en el sector del desarrollo de software, especialmente en áreas como la IA, el aprendizaje automático y DevOps, se ha convertido en un desafío importante y un enorme dolor de cabeza para las organizaciones. Para abordar esta importante brecha entre la oferta y la demanda, la diversificación del talento, la colaboración con partners especializados o la proliferación de soluciones low-code, se están convirtiendo en estrategias clave.
Conectando sectores con plataformas cloud industriales
En 2024, las plataformas cloud para industrias específicas han experimentado un crecimiento significativo. Estas soluciones ofrecen servicios en la nube personalizados para sectores como salud, finanzas, manufacturing y retail, etc., abordando necesidades particulares de cada industria.
Para Ramón García, Director de Marketing y Partners, «estas plataformas se caracterizan por proporcionar soluciones preconfiguradas adaptadas a industrias específicas, con capacidades avanzadas de análisis de datos e integración de tecnologías como la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT) o la ciberseguridad más puntera. Además permiten una flexibilidad para escalar según las necesidades del negocio, con el objetivo principal de mejorar la eficiencia operativa y fomentar la innovación».
El desarrollo de estas soluciones refleja la creciente demanda de tecnologías más especializadas y adaptadas a los desafíos únicos de diferentes sectores, permitiendo a las empresas optimizar sus procesos y mantener una ventaja competitiva en un entorno empresarial cada vez más competitivo y digital.
Tecnologías que transforman los límites de la dignidad humana
«Es un hecho que la tecnología tiene el potencial de transformar la salud global y mejorar la dignidad del ser humano, porque abre la puerta a abordar problemas médicos y sociales que a día de hoy generan sufrimiento y desigualdad», comenta Carlos Guardiola, Chief Innovation Officer. El sufrimiento está claro, porque es algo que padecen las personas, pero la desigualdad puede pasar desapercibida. Existe desigualdad tanto desde el punto de vista económico (acceso a la terapia) como de la estigmatización o marginación de un colectivo (enfermos).
La edición genética CRISPR y la química computacional se han destacado este año como tecnologías con gran potencial para transformar la salud global y mejorar la dignidad humana.
CRISPR ha demostrado su capacidad real para corregir enfermedades genéticas graves, como la anemia falciforme, con la autorización del primer medicamento Casgevy en Estados Unidos, Reino Unido y Europa. Paralelamente, los avances en modelización de proteínas mediante inteligencia artificial, han sido reconocidos con el Premio Nobel de Química.
Estas tecnologías prometen reducir desigualdades en el acceso a tratamientos, especialmente en comunidades vulnerables, mejorando la calidad de vida. Sin embargo, también plantean dilemas éticos significativos, como el riesgo de eugenesia o la potencial creación de armas biológicas, lo que subraya la importancia de un análisis ético profundo de la innovación tecnológica.
Un viaje hacia 2025
En 2025, el panorama tecnológico se perfila como un hervidero de innovaciones que redefinirán nuestra interacción con el mundo digital, y que permitirán dar un salto cualitativo que transformará industrias, prometiendo soluciones más inteligentes, seguras, potentes y personalizadas para los desafíos del futuro inmediato.
La inteligencia artificial pisa el acelerador
Como no podía ser de otra manera, la IA continuará su rápido crecimiento en 2025, impactando diversos sectores y aspectos de la vida. Según Fernando Conde, «la IA generativa, que crea contenido original, se volverá más sofisticada, siendo entrenada con fuentes muy diferentes de las que estamos acostumbrados: en vez de textos o imágenes generales». En lugar de utilizar únicamente textos e imágenes convencionales,** se emplearán datos científicos más complejos, como secuencias de proteínas, genomas o información derivada de instrumentos astrofísicos**.
Este enfoque abrirá la puerta a avances disruptivos en diversas disciplinas, incluyendo las ciencias biológicas, la medicina, la química, la física, los materiales e incluso las ciencias sociales, permitiendo un progreso sin precedentes en la comprensión y resolución de desafíos globales.
Para Diego Martín, «2025 será el año de los agentes autónomos o copilots, una evolución de los agentes conversacionales tradicionales. Operan de manera independiente, integrando múltiples niveles de conocimiento, como la web, bases de conocimiento personalizadas y conexiones externas, junto con su propio entrenamiento». Estos sistemas interactúan mediante interfaces conversacionales, permitiendo la automatización de procesos empresariales y optimizando los flujos de trabajo.
Innovación cuántica y soluciones energéticas limpias
El quantum machine learning emergerá en 2025 como una de las áreas más prometedoras, representando la convergencia entre dos campos revolucionarios, la computación cuántica y el aprendizaje automático. Esta simbiosis tecnológica tiene el potencial de expandir exponencialmente nuestra capacidad de procesamiento, permitiendo resolver problemas computacionales que hoy resultan prácticamente inabordables.
«La computación cuántica no sólo se presenta como una herramienta de cálculo más potente, sino como un nuevo paradigma que podría asegurar el crecimiento de infraestructuras tecnológicas cada vez más complejas», opina Javier Martín. Su capacidad para manejar múltiples estados simultáneamente abre horizontes impensados en campos como la criptografía, la simulación molecular y el análisis de grandes volúmenes de datos.
En el terreno energético, aunque la fusión nuclear aún no muestra una madurez suficiente para proyecciones inmediatas, la investigación en tecnologías de generación energética poco contaminantes continúa siendo un faro de esperanza. Los avances graduales en este campo sugieren que estamos más cerca de soluciones sostenibles que nunca.
Eso no quiere decir que en 2025 no se puedan producir avances importantes en el sector de la energía verde, lo que no quita que, tanto compañías como usuarios, tengamos que hacer un consumo responsable de la misma. «La sostenibilidad se ha convertido en un pilar esencial en el diseño y desarrollo de productos digitales. Las empresas tienen una responsabilidad cada vez mayor de adoptar prácticas sostenibles, no solo por razones éticas y regulatorias, sino también por las oportunidades estratégicas que esto ofrece», argumenta Laura Ruiz.
La ciberseguridad no puede ser un juego de esperar y reaccionar
En un entorno donde las amenazas digitales evolucionan constantemente, adoptar una estrategia anticipatoria es clave para proteger los activos críticos y minimizar riesgos.
El Continuous Threat Exposure Management, se posiciona en 2025 como una de las estrategias más avanzadas en ciberseguridad. CETEM transforma el enfoque tradicional reactivo en uno proactivo, evaluando continuamente las amenazas y mapeando la exposición digital de las organizaciones. Esto permite anticiparse a posibles ataques, identificar vulnerabilidades en tiempo real y reforzar las defensas antes de que los riesgos se materialicen.
Con un análisis dinámico y medidas preventivas adaptativas, CETEM no solo mejora la resiliencia tecnológica, sino que reduce significativamente la probabilidad de incidentes críticos, consolidándose como un estándar clave en la gestión de riesgos cibernéticos.
Según Gartner, para 2025, las organizaciones que prioricen sus inversiones en seguridad basándose en un programa de gestión de exposición continua tendrán tres veces menos probabilidades de sufrir una filtración de datos. «CETEM no es solo una herramienta, sino una filosofía que sitúa la seguridad como un proceso adaptativo y continuo», afirma Arturo Belda.
Metainnovación, ¿evolución o promesa eterna?
Carlos Guardiola se aventura, «me gustaría que 2025 fuese el año en que se hiciesen realidad nuevos modelos experienciales de acceso a la información. Personalmente colecciono titulares de prensa sobre la promesa y la decepción de la Virtual Reality desde el año 2015. Lo cierto es que las ventas de consolas y juegos VR no terminan de despegar, y si en el negocio del gaming (que se caracteriza por ser en sí mismo un colectivo experimental y de early adopters) no responde a la expectativa de las nuevas experiencias de juego, será difícil que otros sectores lo hagan».
El concepto del metaverso ilustra este ciclo de expectativas infladas y desilusión, acumulando inversiones, titulares y eventos sin alcanzar un despliegue tangible en el mercado. Quizá, la computación espacial, una tecnología cada vez más en boga, sea la chispa que redefina el sector.
Este contexto es un laboratorio ideal para la metainnovación, analizar los ciclos de adopción tecnológica, la creación de interés y su impacto en los mercados. ¿Será 2025 el año del despegue o uno más de expectativas incumplidas?
Una última reflexión sobre el 2025
Las tendencias tecnológicas que se avecinan en 2025 presentan un panorama fascinante y desafiante a partes iguales (y mucho hype). La innovación tecnológica avanza a un ritmo acelerado, pero la clave del éxito continúa residiendo en nuestra capacidad de adaptarnos, colaborar e integrar estas tecnologías de manera eficiente y estratégica.
Si bien es crucial estar al tanto de las nuevas herramientas y plataformas, el verdadero valor reside en comprender cómo estas tecnologías pueden transformar las industrias y la sociedad en general. No se trata sólo de adoptar la última tecnología, sino de identificar cómo podemos utilizarla para resolver problemas complejos, crear nuevas oportunidades y asegurar el éxito y crecimiento empresarial.
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