Primero personas y después profesionales
10 de marzo de 2022
Muchas veces nos ponemos a pensar en cómo es posible que ciertas organizaciones fracasen si cuentan con el mejor apoyo intelectual posible… Esto es, porque caemos en el error de pensar que el talento es lo único necesario para que una empresa crezca y se desarrolle.
Y os preguntaréis a dónde quiero llegar con esta reflexión, bien, quiero revelaros que contar con trabajadores altamente cualificados es el sueño de CUALQUIER responsable, pero ni siquiera ello es garantía de éxito en el entorno actual.
Hoy en día, muchas empresas piensan que para lograr su éxito o conseguir su ronda de financiación necesitan trabajadores con títulos universitarios, máster, grados y certificaciones. Pero la realidad es que se ha demostrado que las mejores empresas del mundo no necesariamente demandan trabajadores con formación terciaria. El prestigioso psicólogo, neurocientífico y docente de Harvard: Howard Gardner, sostiene que para que un profesional sea realmente exitoso, primero debe ser una buena persona.
Por ello, en Sngular nunca hablamos de recursos humanos sino de People, ya que creemos firmemente en los “humanos/personas con recursos”. Si perdemos la visión de la persona que trabaja y crece en la empresa, podemos caer en la tentación de considerar sólo el aspecto profesional.
Son muchos los expertos del campo de la Psicología empresarial que aseguran que las malas personas nunca llegan a ser buenos profesionales.
Actualmente, estamos inmersos en un mercado que nos exige combinar el talento con la actitud y la ética de las personas para obtener el mejor resultado en los proyectos. Cuando hablo de ética me refiero a aquellas personas que tanto en su entorno profesional como personal demuestran coherencia entre lo que dicen y hacen; las que predican con el ejemplo (algo fácil de decir pero complicado aplicar, es cierto).
Debemos tener en cuenta, que al armonizar personas, talento y ética conseguimos un trabajo colaborativo que supone un proceso de aprendizaje constante.
Además, el trabajo en equipo asegura mayores niveles de productividad, ya que cada uno puede dedicarse al área en la que mejor se desenvuelve pudiendo siempre pedir apoyo al resto de compañeros. Si el grupo está cohesionado, la cooperación entre compañeros obligará a compartir ideas, contrastar información e incluso proponer soluciones ante nuevas situaciones o adversidades. En este sentido, el trabajo en equipo mejora la satisfacción laboral de los empleados, ya que se sienten apoyados por la compañía y desarrollan una mayor confianza en sí mismos.
Toda esta información nos empuja a preguntarnos si somos quienes queremos ser y si estamos en una empresa que nos ayuda a ser mejores. Si dudas en la respuesta… sólo puedo recomendarte que encuentres tu EMPRESA.