CSRD: Todo lo que debes saber sobre la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa
22 de octubre de 2024
La Comisión Europea ha publicado el reglamento definitivo que refuerza la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD). Este reglamento establece las Normas Europeas para la Elaboración de Informes de Sostenibilidad (ESRS), que serán de obligado cumplimiento para todas las empresas dentro del ámbito de aplicación de la CSRD en la Unión Europea. Estas normas buscan garantizar que las empresas proporcionen información clara, coherente y comparable sobre su impacto ambiental, social y de gobernanza, contribuyendo así a una mayor transparencia en la sostenibilidad corporativa.
¿Qué es la CSRD?
El 5 de enero de 2023, entró en vigor la Directiva sobre la Presentación de Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD), reemplazando los requisitos establecidos por la anterior Directiva sobre Información No Financiera (NFRD), vigente desde 2018.
La CSRD representa un cambio significativo al ampliar el número de empresas obligadas a divulgar información sobre sostenibilidad, introduciendo además requisitos mucho más detallados. Estos incluyen la elaboración de informes más precisos, una mayor atención a la estrategia y el modelo de negocio, la diligencia debida, la gobernanza, la gestión de riesgos y oportunidades, así como la definición de objetivos y métricas. Además, la normativa establece directrices más completas sobre factores medioambientales, sociales y de gobernanza, conocidos como los criterios ESG (Environmental, Social, Governance).**
El objetivo de la CSRD: impulsar la innovación de impacto
La CSRD no solo busca aumentar la transparencia en las prácticas de sostenibilidad, sino también fomentar la innovación de impacto. Este concepto se refiere al desarrollo de nuevas ideas, tecnologías o soluciones que, además de generar avances tecnológicos y comerciales, producen un cambio positivo y significativo en la sociedad, el medio ambiente y la economía.
El 79% de las empresas que incorporan estrategias impulsadas por impacto reportan mayor competitividad. Ejemplos de ello son empresas como Patagonia, cuyas prácticas de sostenibilidad han fortalecido su reputación, Unilever, que ha crecido gracias a productos más ecológicos y campañas como las de autoaceptación de Dove, o Tesla, que ha revolucionado el mercado con la creación de vehículos 100% eléctricos. Incluso Philip Morris, un gigante del tabaco, ha sorprendido al afirmar que lidera en sostenibilidad, lo que ha generado titulares como el de Bloomberg: "Gracias por fumar y salvar el planeta".
El principal objetivo de la CSRD es asegurar que exista mayor consistencia y comparabilidad en los informes de sostenibilidad de las empresas. Esto será posible gracias a los Estándares de Reporte de Sostenibilidad Europeos (ESRS), alineados con la Taxonomía de la UE, lo que ayudará a mitigar riesgos de greenwashing. Las empresas tendrán que reportar emisiones de carbono a lo largo de toda su cadena de valor, incluyendo las del Alcance 3, lo que involucra aspectos como el consumo energético y la eficiencia de los servicios en la nube utilizados.
Además, la CSRD introduce el enfoque de doble materialidad, que exige a las empresas no solo informar sobre el impacto de los factores ambientales y sociales en su negocio, sino también sobre cómo sus operaciones afectan a la sociedad y al medioambiente. Esto refuerza la obligación de cumplir con criterios más estrictos y detallados, y las empresas estarán sujetas a auditorías y sanciones comparables a las que rigen los informes financieros en caso de incumplimiento.
La urgencia detrás de esta normativa no es casualidad. La creciente evidencia científica sobre el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, combinada con la presión del mercado y los consumidores, ha llevado a Europa a tomar medidas más serias para garantizar que las empresas actúen de manera responsable, transparente y sostenible.
¿A qué empresas afecta la CSRD?
La CSRD amplía significativamente el número de empresas obligadas a cumplir con los nuevos requisitos de informes de sostenibilidad. Se estima que afectará a unas 50.000 entidades en toda la Unión Europea, aplicándose de manera escalonada a partir de los ejercicios fiscales que comiencen el 1 de enero de 2024. Inicialmente, las entidades que ya informan según la antigua Directiva de Información No Financiera (NFRD) deberán hacerlo para el ejercicio 2024, con sus informes disponibles a inicios de 2025. A partir del ejercicio 2025 (informes disponibles en 2026), se sumarán aquellas entidades que cumplan los criterios de alcance de la CSRD, y las pequeñas y medianas empresas cotizadas estarán obligadas a cumplir a partir de 2026. Las filiales de empresas de terceros países con operaciones en la UE deberán hacerlo desde el ejercicio 2028.
La normativa afectará a todas las entidades que, durante dos años consecutivos, cumplan al menos dos de los siguientes tres criterios:
- Tener más de 250 empleados (las que cuenten con menos de 750 empleados podrán retrasar el reporte del Alcance 3).
- Balance general superior a 20 millones de euros.
- Facturación anual superior a 40 millones de euros.
Además, la CSRD introduce medidas estrictas de auditoría y sanciones en caso de incumplimiento, que serán equiparables a las sanciones impuestas por la presentación inadecuada de informes financieros. Esta normativa pone en evidencia que Europa está tomándose en serio la necesidad de una mayor transparencia y responsabilidad corporativa. La presión no solo viene de la legislación, sino también de la creciente demanda del mercado y de la evidencia científica sobre la urgencia de actuar frente al cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Tecnología y sostenibilidad: la clave para un reporting eficiente
La implementación de la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa no solo demanda una mayor transparencia y consistencia en los informes de sostenibilidad, sino que también obliga a las empresas a adoptar un enfoque estratégico para la recolección y análisis de datos. Esto es fundamental no solo para cumplir con los requisitos normativos, sino también para guiar la toma de decisiones empresariales de manera más efectiva.
El enfoque de doble materialidad que introduce la CSRD resalta la necesidad de considerar tanto el impacto de los factores sociales y ambientales en el negocio como el impacto de las operaciones empresariales en el entorno y la sociedad. Para cumplir con estos nuevos estándares, las empresas deben contar con herramientas y soluciones digitales que permitan la recolección y análisis de datos precisos. Tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA) pueden jugar un papel crucial en este proceso, permitiendo a las empresas automatizar el reporting y analizar grandes volúmenes de información de manera eficiente.
En este sentido, en nuestro próximo Webinar en el que vamos a hablar sobre Sostenibilidad: IA y automatización para CSRD, exploraremos en detalle cómo las empresas pueden optimizar sus procesos de reporting utilizando tecnologías clave. Hablaremos sobre estrategias, planes de trabajo y herramientas que nos pueden facilitar la creación de reportes bajo los estándares de la CSRD, y cómo estas soluciones pueden integrarse en la estrategia empresarial para generar informes precisos y útiles. Si estás trabajando en la implementación de la CSRD, te animo a asistir en directo, donde además tendrás la oportunidad de resolver todas tus dudas son expertos en el área.
La sostenibilidad como clave para el futuro empresarial
En línea con los esfuerzos de la CSRD, la Regulación de la Unión Europea sobre Deforestación (EUDR) refuerza el compromiso de frenar la deforestación vinculada al consumo de productos en Europa. Esta normativa exige a las empresas que operan en la UE verificar que los productos que importan o venden, como el aceite de palma, soja, café, cacao, madera y sus derivados, no provengan de tierras deforestadas después del 2020. El incumplimiento de esta regulación podría derivar en multas de hasta un 4% de la facturación total de la empresa.
La convergencia entre sostenibilidad y transformación digital se ha convertido en un elemento crítico para las empresas que buscan mantener su liderazgo en un entorno competitivo. Innovar de manera sostenible permite a las organizaciones abordar problemas complejos desde una perspectiva diferente, optimizando procesos y creando productos con un impacto ambiental reducido. Un ejemplo claro de esta fusión es la iniciativa Fello’fly de Airbus, que, inspirada en las formaciones en V de las aves, ha logrado reducir entre un 5% y un 10% el consumo energético de los vuelos, gracias al enfoque de la biomímesis.
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