Toni Nadal: Me gusta intervenir con la palabra
8 de junio de 2022
Abrimos una nueva temporada en UNIQ con el apoyo de Kia, que nos acompaña hacia el objetivo de inspirar a las personas para superar sus obstáculos, alcanzar sus objetivos y ser un poco mejores.
Sngular y Kia se unen con el objetivo de inspirar a las personas para superar sus obstáculos, alcanzar sus objetivos y ser un poco mejores.
UNIQ es un espacio de conversaciones que invitan a reflexionar a través de la experiencia de algunos de los mayores referentes del mundo actual.
En este capítulo, José Manuel Calderón se sienta a conversar con un personaje que, como él, proviene del mundo del deporte, cuyo sueño en la vida era único y concreto: ser el entrenador de un jugador que llegase hasta la cima, y lo consiguió con un éxito incomparable en el caso de su mismo sobrino, Rafa Nadal.
Os presentamos a Toni Nadal, formador y jugador de tenis originario de Mallorca que en el Stage One del HUB de Sngular, comparte con Calderón su visión sobre el deporte, la formación, y transmite sus valores más intrínsecos que han marcado su recorrido hasta el día de hoy, algunos de los cuales nos invitan a poner en cuestión varias realidades de la sociedad actual.
Yo era un jugador no muy bueno
Ante la pregunta de José Manuel sobre cómo comenzó su pasión por el tenis, Toni Nadal nos revela un dato interesante: Su afición por el tenis fue relativamente tardía, alrededor de los 13 años. Todo empezó cuando vio en la tele un partido de llie Nastase y Stan Smith, y la “estética” de ese partido despertó en él un interés que con el pasar del tiempo se convirtió en una verdadera pasión además que una muy relevante profesión. “Era un jugador no muy bueno, me faltaba un golpe definitivo”, admite humildemente Nadal.
Para Nadal, perder o ganar nunca ha sido lo fundamental, su entusiasmo deriva más del transmitir su conocimiento y compartirlo, formando a las personas para ayudarles a mejorar sus habilidades y conseguir sus objetivos, “...toda la vida me ha gustado entrenar y formar”.
Es gracias a esa vocación que Nadal empieza a entrenar a su sobrino, con el cual escala la montaña del éxito gracias a una formación basada en la meticulosidad y exigencia, una exigencia que es directamente proporcional al afecto hacia el discípulo, "...yo creo que la exigencia es lo que le da el valor al entrenamiento”.
Sus palabras nos llevan a intuir que valora considerablemente el esfuerzo, y declara que...
“el talento inicial no es determinante, lo determinante en la vida es el talento final, y eso se construye: talento inicial + trabajo”.
La educación hoy en día
A lo largo de la conversación, Calderón y Nadal profundizan en la temática de la educación. Nadal nos comparte una visión muy particular, que defiende la implicación activa de formadores en la vida del alumnado, “A mi me gusta intervenir con la palabra y con los hechos en la formación de los jóvenes”. Esta afirmación, subraya Nadal, va algo en contra de la tendencia educativa de la sociedad contemporánea, que promueve la libertad total del alumnado hacia la libre expresión del mismo.
Además, el formador enfatiza que el comportamiento en el mundo del deporte “no siempre ha sido ejemplar”, a menudo los equipos adversarios se burlan y faltan a respeto entre ellos.
“En el mundo permisivo en el que estamos parece que todo el mundo tenga que expresar sus emociones y eso lleva a un mal comportamiento.”
Toni se considera a sí mismo como un jugador “atípico”, ya que independientemente del entreno físico, le da una gran importancia al entrenamiento mental, fomentando el desarrollo personal para generar un impacto en el profesional.
Somos seres emocionales y Nadal reconoce la importancia de tener el control sobre los sentimientos para prevenir la frustración o el rendirse ante las derrotas, situaciones según él dadas por la sobrevaloración personal. Por ende, Nadal considera fundamental la humildad de uno mismo.
“Desmesuramos la victoria, le damos un valor exagerado… en la vida uno tiene que intentar luchar al máximo”. De la derrota se aprende, pero la victoria es la que te “permite jugar otro partido”.
Lo que facilita, debilita
Mientras que otros deportistas que pasaron por UNIQ, como Pau Gasol o Albert Llovera, relacionan la integración de las nuevas tecnologías en el deporte como un valor añadido de gran utilidad, Nadal nos regala una visión contraria, que invita a reflexionar sobre los aspectos perjudiciales de la tecnología en el deporte. Nos asegura que si los jugadores se apoyaran mayoritariamente en la intuición y menos en los datos, el desarrollo personal sería sumamente mayor.
“Todo lo que facilita, debilita”, es la frase que resume a la perfección su convicción. El entrenador nos pone el ejemplo de los pilotos de hoy en día, afirmando que ellos mismos consideran tener habilidades inferiores comparado con cuando la tecnología no tenía un rol tan imprescindible en el sector aeronáutico.
“Hoy en día la tecnología está supliendo la parte esencial, la cabeza, el pensar otra vez... produce una falta de perseverancia ante la dificultad”, afirma.
La faceta personal de Nadal
Durante la conversación, Nadal revela también algunos de los intereses más personales que cultiva en su vida, por ejemplo su pasión por caminar que le lleva a dar largos paseos mañaneros, en los múltiples viajes emprendidos, en los cuales podía apreciar, sólo o acompañado de la familia, “las ciudades que se despertaban”.
Es así como Nadal aprovecha sus viajes de trabajo mientras que Calderón afirma tener mayor dificultad en encontrar el tiempo para disfrutar de ellos.